Las fuentes (orígenes) y las aplicaciones (usos) son dos conceptos muy importantes para el análisis del estado de cambios en la situación financiera.
Cuando hablamos de fuentes nos estamos refiriendo a todos aquellos movimientos en el balance general que aumentan el capital de trabajo. A modo de ejemplo podemos decir que una fuente puede ser la venta de activos o adquiriendo pasivos. En caso de que seamos una empresa de manufactura si vendemos una de nuestras máquinas estamos disminuyendo activos pero aumentamos nuestro capital de trabajo con lo que obtengamos de ella. Sin embargo también podríamos recurrir a prestamos con entidades bancarias con el fin de aumentar nuestro capital de trabajo, lo que generaría un aumento de nuestros pasivos al aumentar nuestras obligaciones financieras.
"Es importante tener en cuenta que una de nuestras fuentes principales son las utilidades del periodo."
Por otro lado, las aplicaciones se refieren a los movimientos que disminuyen el capital de trabajo. Siguiendo con el ejemplo anterior, una compra de un activo disminuye nuestro capital de trabajo así como pagar nuestras obligaciones financieras, ya que en este caso estaríamos disminuyendo nuestros pasivos.
"En el estado de cambios en la situación financiera las fuentes deben ser iguales a las aplicaciones."