No creo que haya que profundizar mucho para llegar a la respuesta acerca de cuál ha sido el paradigma gerencial más diseminado del siglo XXI. La mayoría de nosotros desde muy pequeños solo hemos llegado a escuchar la palabra "cambio" como la solución a los problemas de todas las organizaciones, el cambio siempre será ese último recurso, y no es para menos, simplemente parece bastante lógico que si tu negocio no esta logrando los resultados que quieres de la manera que lo estas gerenciando, la respuesta es que en algo deberás cambiar.
Desde cambiarle el diseño a tus productos, mejorar campañas publicitarias, mejoras de calidad, alianzas, segmentación de mercados, hasta cambiarle el nombre a tu organización puede ser una buena opción, pero no es muy común que la diferencia puede ser el sistema contable que estamos usando para la toma de decisiones.
El Cambio...
Durante muchos años las empresas decidieron enfocarse en solo una cosa, reducir costos. Si la situación en el mercado no era la mejor o si disminuía el volumen de las ventas, la solución siempre fue la reducción de costos, empezamos a cambiar la mentalidad del objetivo financiero de las empresas de maximizar el valor de la empresa a reducir costos, y reducir costos no esta mal, pero no es el objetivo fundamental de ninguna empresa. Esta es una de las trampas en las que caemos cuando usamos la contabilidad de costos para la toma de decisiones, esta busca constantemente la asignación de costos a los productos o servicios al punto en que perseguimos cada centavo que se gasta.
¿Por qué la contabilidad del trúput? La respuesta es sencilla, nos enfoca de nuevo en que el objetivo es maximizar el valor de la organización al establecer que lo único que evita que ganemos más sea la restricción. Simplemente sí no hay restricción en el sistema estaríamos generando utilidades infinitas, por lo que evidentemente siempre hay una restricción que romper.