El perfil de riesgo es una clasificación que se le hace a los inversionistas con el objetivo de conocer su nivel de aversión o afinidad al riesgo, lo que le permite al inversionista y a las entidades financieras establecer un balance entre los instrumentos financieros que van a hacer parte del portafolio de inversión.
Establecer un perfil de riesgo con el inversionista es fundamental para comenzar a estructurar un portafolio de inversión. En general un portafolio de inversión esta compuesto de una porción a tasa fija, otra a tasa variable y otros activos, entre más grande es la aversión al riesgo más grande será la porción del portafolio a tasa fija, representada generalmente en bonos del tesoro; por otro lado entre más grande sea la afinidad al riesgo más estará dispuesto el inversionista a aumentar su porción de títulos de renta variable que vendrían siendo acciones.
En general nos encontramos con 3 perfiles de riesgo:
1. Conservador
La composición de este portafolio suele estar alrededor un 80% en bonos y depósitos a largo plazo y el resto en acciones y otros activos a corto plazo.
Este perfil de riesgo tiene la rentabilidad más baja de los 3 al no incurrir tanto en títulos de renta variable, sacrifica rentabilidad por seguridad.
2. Moderado
Este portafolio estará compuesto casi en igual proporción renta fija y renta variable pero apuntándole más al mediano plazo.
En general este inversionista tiene un excedente de liquidez y su propósito es el de recibir una renta que supla sus necesidades básicas.
3. Agresivo
Este portafolio suele estar compuesto por más de un 65% en títulos de renta variable.
En general es para inversionistas con grandes excedentes de liquidez que ya tengan cubiertas sus necesidades.
Organizar bien el perfil de riesgo es de vital importancia pues muchos nuevos inversionistas suelen aventurarse en el mercado de renta variable sin conocer las altas volatilidades que pueden presentarse, volatilidades que pueden poner a sudar a cualquiera de un momento para otro pues no es extraño ver como una acción con un buen comportamiento durante muchos años pierde el 50% de su valor en uno o dos días. Sin embargo la estadística esta de nuestro lado y los portafolios de inversión se estructuran de tal manera que tanto las rentabilidades históricas como las esperadas sean las mejores combinaciones posibles de rentabilidad riesgo.